Add parallel Print Page Options

28 así como el Hijo del hombre no vino para que le sirvieran, sino a servir a los demás y a dar su vida en rescate por muchos.

Jesús sana a dos ciegos

(Mr 10:46-52; Lc 18:35-43)

29 Cuando estaban saliendo de Jericó, lo seguía una gran multitud. 30 Había dos ciegos sentados al lado del camino, y cuando oyeron que Jesús estaba pasando por ahí, gritaron:

—¡Señor, Hijo de David, ten compasión de nosotros!

Read full chapter